Hoy exactamente, 5 de agosto de 2012, se cumplen 50 años desde que la tentación rubia, Marilyn Monroe, pasó a ser un mito universal.
Su muerte, el 5 de agosto de 1962, considerada como un suicidio, a causa de una sobredosis de barbitúricos, aún sigue arrojando dudas a pesar de haber transcurrido ya 5 décadas desde que sucedió. Y en parte es lo que ha alimentado su figura de leyenda, no sólo del celuloide.
Muchos son por ello los obituarios especiales dedicados a Marilyn en estos últimos días, de los cuales me quedo con los firmados por Luis Martínez y Sonia Aparicio (El Mundo.es) de los que extraigo varias citas conjuntas por su interés al hilo de esos 50 años sin la Monroe: _
‘Sea como sea, yo sigo siendo la rubia’. Tan tranquila dicen que se quedó Marilyn Monroe cuando le dijeron que ella no sería la estrella de ‘Los caballeros las prefieren rubias’.
Le daba igual. Sabía que todos seguirían fijándose en ella de todas maneras. Lo sabía desde que a los 20 años decidió cambiar el moreno rojizo de su pelo por un rubio que tardó en elegir: cuentan que probó hasta nueve tonalidades hasta encontrar ’su’ color. Rubio Marilyn.
La rubia a pesar de su apariencia no tenía ni un pelo de tonta, sabía lo que hacia. Dicen que su coeficiente intelectual estaba muy por encima de la media (…) y aún así su imagen proyectaba todo lo contrario, más en la línea de los papeles de mujer superficial y ‘cazamaridos’ en los que Hollywood la encasilló. ‘Marilyn Monroe fue un personaje creado por ella’, dijo la actriz Michelle Williams, que estudió a fondo la vida y personalidad de la diva para encarnarla y por la que optó al Oscar por ‘Mi semana con Marilyn’. Y Marilyn se comió a Norma.
‘No creo haber visto jamás a una persona más hermosa. Me quedé prendado de su estilo, y también de su ingenio, nada obvio, cándido y enormemente agudo. Había en ella algo mágico y desesperado a la vez’.
Los diarios de notas del historiador estadounidense Arthur Schlesinger, ganador de un Pulitzer, también invitan a pensar que detrás de la estrella había mucho más que una chica sexy de calendarios y papel cuché que en 1953 fue la portada inaugural de ‘Playboy’(…)
Cuentan que cuando el brillante, neurótico y homosexual reprimido (la descripción es de Donald Spoto) Joshua Logan recibió el encargo de dirigir a Marilyn Monroe en ‘Bus Stop’, lo único que salió de su boca fue un sonoro ‘¡Pero si no sabe actuar!’. El director no hacía sino verbalizar lo que todo el mundo daba por hecho (…) Y sin embargo, cuando la voz grave de terciopelo de Cherie, a la que encarna en la película, emerge insegura por encima de los ruidosos modales de los borrachos tabernarios, no queda otra que rendirse a la evidencia; la limpia presencia de una actriz a la altura exacta de su mitología. (…)
Y pese a todo, pese a los halagos de los críticos o la incontestable evidencia de la pantalla, de ella queda simplemente, por encima de cualquier consideración, el irresistible y hasta cómico encanto de su torpeza.
La crónica de sus equivocaciones es larga. Tras ‘Con faldas y a lo loco’, Billy Wilder la calificó de ‘imposible… no sólo difícil’. Y añadía: ‘El producto final valió la pena… pero en ese momento no estábamos seguros de que fuera a existir un producto final’.
(…) Dos años antes del trabajo con Wilder, en 1956, viajó a Londres para rodar de la mano de Lawrence Olivier ‘El príncipe y la corista’. La larga serie de despropósitos que guiaron un rodaje cerca de la pesadilla (la escena más sencilla tenía que ser repetida hasta las lágrimas, lo que exigía una nueva sesión de maquillaje) quedó de sobra reflejada en ‘Mi semana con Marilyn’, que protagonizó en 2011 Michelle Williams. Y de nuevo Wilder: ‘En vez de al Actors Studio tendría que haber ido a una escuela de ingeniería para aprender algo de llegar a tiempo a los sitios’.
(…) ‘Cualquiera puede recordar un diálogo, pero ¡es necesario ser un auténtico genio para salir al plató sin saber el diálogo y hacer la interpretación que ella hizo!’. Otra vez Wilder, pero rendido a la evidencia.
Cada comparecencia ante la prensa (…) un espectáculo de ingenio. ‘¿Es verdad que no llevaba nada encima (’on’, en inglés) cuando posó?’. ‘I had the radio on [la radio encendida [‘on’] es lo que llevaba]’, fue su contestación justo antes de anunciar que dormía solamente con, en efecto, Chanel Nº 5. Y otra: ‘Qué frase pondrá en su lápida?’. Respuesta: ‘Marilyn Monroe, rubia… 94-58-92′
En 13 años, Marilyn firmó apenas 29 películas con una docena de papeles importantes. Y ni una de las cintas estuvo a la altura excepcional de la actriz que fue. Aunque sí, quizá, del mito.
(…)
El American Film Institute la considera entre las 10 grandes estrellas femeninas de todos los tiempos. Para ‘Empire’ y ‘Playboy’ es la mujer más deseada del siglo XX. Sus medidas: 94-58-92, 1,66 metros de altura y 53 kilos de peso.
Por cierto, también fue votada por la revista People ‘la mujer más sexy del siglo’ en 1999. Grande e inmortal, 50 años después de su muerte sigue despertando pasiones….eterna Marilyn Monroe.